13 junio 2013

Limón exprés

Mousse rápida de limón
Salmón salvaje con brócoli y manzana ácida, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Bueno, pues ya es jueves y en nada llega el veranito. Porque como vaya yo a buscarlo... pasa como cuando te llama tu madre a la mesa

Que a nadie le sorprenda si digo que me gusta el limón. Mucho. Desde cría. Me encantaba chupar los 'gajos' después de exprimidos sobre la merluza rebozada. Todavía lo hago hoy. Así que todo lo que lleve limón me parece maravilloso. Por eso, cuando vi este postre me dije: "Es la mía".

Empecé a leer la receta de Directo al Paladar y confirmé que además de ser la mía (y la de la madre del autor) es facilísima, rapidísima y más cosas que acaben en -ísima... Y me atrevería a decir que algo más ligera que una tradicional, que se hace a base de nata. Aunque tampoco lancemos las campanas al vuelo en este sentido: ligerísima no es. Otra cosa: intolerantes a la lactosa, manténganse alejados. Todo no se puede

La lista del súper:
- 200 mililitros de leche evaporada muy fría
- 100 gramos de azúcar blanco (también vale el glass)
- Zumo de dos limones

Con las manos en la masa:
Ponemos la leche evaporada en un bol apto para la batidora. Ambos deben estar muy fríos por lo que es conveniente que se hayan pasado unas horas en el frigorífico. Cogemos las varillas eléctricas y batimos. La leche debe montarse, como si fuera nata. Adquirirá una consistencia espumosa y algo compacta (aunque sigue siendo un tanto líquida).

Sin parar de batir, añadimos el zumo de los dos limones al hilo. Debemos de procurar que no se baje la esponjosidad de la leche. Y por eso mismo, no es conveniente que echemos mucho zumo de golpe, ni que lo hagamos sin moverlo al mismo tiempo. No es tan difícil. Una vez lo hemos conseguido, espolvoreamos el azúcar poco a poco. Tampoco dejamos de batir.

Cuando todo está integrado, servimos la mousse en los recipientes donde lo llevaremos a la mesa. Lo más adecuado son vasos anchos o copas. Decoramos con un poco de ralladura de limón por encima o una rodaja en el borde. Y mantenemos refrigerado hasta la hora de servir, aunque no deben pasar muchas horas porque se estropeará.

Notas al margen:
Como veis, este postre se hace en un pispás, pero también en un pispás se viene abajo. Lo ideal es hacerlo para tomarlo casi inmediantamente. O como mucho, no más de dos horas después. En Directo al Paladar, Manu Ruiz dice que su madre lo usaba como recurso de urgencia cuando se presentaba alguien a comer y no se tenía nada preparado de antemano. Lo hacía mientras preparaba el resto del menú y luego lo servía. Y así debe ser.

Si eres muy goloso, es probable que se te quede corto de azúcar. Le puedes añadir más, pero piensa que una mousse de limón es un tanto ácida y que la leche evaporada tiene un sabor diferente a la norma. Es como más 'dulzona'. Así que tampoco te pases o echarás a perder la esencia. Por cierto, aunque yo no he probado, es probable que puedas adaptar esta receta usando otros zumos de cítricos. Por ejemplo, de lima, de naranja o de mandarina ácida. Atrévete, no tienes nada que perder.

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