16 enero 2014

Vicio de mantequilla para el café

Galletas de mantequilla
Galletas de mantequilla, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
Odio los jueves, 37 grados
(*) Que no os gustan los jueves, pues toma selección de la gran Isabel Ibáñez


Sí, sí. Ya sé que todos habremos empezado la semana haciendo acto de contrición y poniéndonos a dieta, pero no puedo resistirme a publicar esta recetaza. Es otra vez de Su, ya os he dicho que su blog es FUNDAMENTAL, ¿no? Hacedla y sabréis por qué yo me fío de esta mujer al cien por cien. Y no os olvidéis de pasar por su rincón, que seguro que le sacáis partido a lo que nos cuenta. Si por mí fuera, sería el blog gastronómico de 2013.

La lista del súper:
- 300 gramos de mantequilla buena en punto pomada
- 200 gramos de azúcar blanca
- 500 gramos de harina
- Dos huevos
- Una cucharada de esencia de vainilla

Con las manos en la masa:
Batimos la mantequilla con el azúcar y cuando esté bien integrado, añadimos los huevos y la esencia de vainilla. Seguimos batiendo. Yo lo hago con las varillas eléctricas. Ahora es el momento de añadir la harina. En este momento es mejor utilizar una buena espátula de madera y las manos.

Hay que trabajar bien la masa (nos costará un poquito) y, si es necesario, añadir un poquito más de harina. Cuando todavía esté blanda pero no se nos pegue a los dedos la tenemos. Hacemos una pelota, la forramos con papel film y la dejamos reposar en la nevera durante al menos una hora.

Pasado el tiempo la sacamos y la estiramos con ayuda de un rodillo. Lo más fácil y limpio es poner la masa entre dos láminas de papel film y trabajar sin miedo. La masa debe tener un grosor de al menos dos o tres centímetros. Luego, destapamos la parte superior y cortamos las galletas con ayuda de unos cortadores y las colocamos en una bandeja sobre papel sulfurizado.

Las llevamos al horno, que habremos precalentado previamente. Ponemos a una temperatura de 180 grados  con calor arriba y abajo. Las mantenemos durante unos 15 minutos hasta que estén doradas, pero no demasiado. Cuando enfríen endurecerán más. Podemos decorarlas, una vez hechas y frías, con azúcar glass y chocolate.

Notas al pie:
Estas galletas son ideales para tomar en la merienda o en el desayuno. También acompañan perfectamente un café. Son deliciosas y, además, se conservan muy bien. Yo las pongo en una lata, entre dos servilletas y se mantienen estupendas... Aunque se esfuman. Os lo aviso.

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