Ensalada de granada y boniato, originalmente cargada por farandwell.
Música para acompañar (*)
(*) Y aquí un 'jit' de mi grupo favorito de todos los tiempos. A sus pies
Ingredientes:
- Una bolsa de lechugas variadas (lollo rojo y mantecosa) con canónigos
- Tomates cherry
- Queso fresco o mozzarella
- Un boniato
- Una granada
- Aceite de oliva virgen
- Vinagre de vino blanco
- Sal
Preparación:
Pelamos el boniato y lo cortamos en lonchas con ayuda de una mandolina. Ponemos una sartén al fuego con aceite abundante y cuando esté muy caliente freímos el tubérculo como si fueran patatas chips. Se trata de que quede crujiente. Una vez cocinado, lo ponemos sobre papel de cocina para que escurra el exceso de aceite. Reservamos.
Preparamos la granada: la cortamos a la mitad y extraemos los granos con cuidado y paciencia. Tenemos que evitar que caiga cualquier piel amarilla porque amarga. Podemos hacerlo con la mano poco a poco o dándole golpes con una cuchara por el lado de la parte gruesa. Reservamos.
Preparamos una cama de lechugas en el bol donde vamos a servir la ensalada. Yo utilizo una bolsa en la que éstas ya están mezcladas con canónigos. Si usamos verduras sin envasar, tenemos que limpiar las hojas con cuidado y secarlas. Luego lo mezclamos y lo echamos al recipiente.
Cortamos los tomates cherry a la mitad (la cantidad va al gusto, pero con ocho o diez es suficiente) y el queso fresco (o la mozzarella) en dados pequeños. Lo echamos sobre las lechugas y añadimos la granada. Aliñamos la ensalada con sal, aceite y un poco de vinagre (no debemos pasarnos con éste último ingrediente).
Por último, añadimos los chips de boniato. Ojo, pondremos la cantidad que nos parezca adecuada, pero puede que todo el boniato sea mucho. Damos un par de vueltas más a la ensalada y servimos inmediatamente para que no se oxide ni pierda su característica crujiente
Comentarios:
De pasta de boniato me quedé cuando probé esta ensalada. Qué cosa más rica. Nunca antes había comido este tubérculo y ya soy muy muy fan. La idea de usarlo en ensalada la vi hace un año en el blog de Pimienta Rosa, pero no la hice realidad hasta hace unos días, cuando me la recordó Directo al paladar.
A mí me encantan las ensaladas, pero pasado el calor me cuesta encontrar el momento para comerlas porque soy muy friolera. Siempre había hecho las que incluyen champiñones a la plancha o queso de cabra porque son templadas, pero esta recién llegada ya las ha desbancado del primer puesto del ranking otoñal. Probadla y sabréis por qué. Además, es un plato que alimenta porque el boniato es un tubérculo parecido a la patata pero con más azúcares (ojo los diabéticos) y, por tanto, más calorías.
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