Pechuga salteada con verdura, originalmente cargada por farandwell.
Música para acompañar (*)
(*) La canción que me arropa en los días en que llueve y hace frío, cuando tiembla el mundo bajo mis pies, o, simlemente, cuando hace viento. Es absolutamente preciosa
Ingredientes:
- Una pechuga de pollo cortada en tiras
- Unos ramilletes de brócoli
- Un puerro
- Una docena de tomates cherry
- Medio pimiento verde
- Medio pimiento rojo
- Media cebolla
- Sal
- Pimienta
- Aceite
Preparación:
Debemos empezar con la preparación de las verduras en crudo. Lavamos el brócoli y lo desmenuzamos en ramilletes no muy grandes, de bocado. Lavamos y cortamos el puerro en rodajas. Limpiamos los tomates cherry y los dividimos en dos mitades. Cortamos en 'brunoise' la cebolla y los pimientos.
Es el momento de encender el fuego. Colocamos dos sartenes con aceite de olivacada una. En una haremos la pechuga de pollo, por lo que con un par de cucharadas será suficiente. Salpimentamos la carne cortada en tiras y la dejamos hacerse a fuego medio y destapada hasta que se dore. Le damos vueltas de vez en cuando.
Por otro lado, echamos el brócoli en la otra sartén, lo dejamos un par de minutos y añadimos la cebolla y los pimientos. Al minuto echamos el puerro y los tomates, y echamos sal. Dejamos que se haga todo junto a fuego medio destapado. Removemos con cuidado de vez en cuando. Estará en su punto cuando todas las verduras estén tiernas pero no deshechas.
A partir de aquí tenemos dos opciones: juntar la carne y las verduras y saltear un par de minutos, o servir directamente en un plato por separado. En cualquier caso quedará bien. Y si me apuráis, podrá ser una farsa deliciosa en una empanada casera.
Comentarios:
La semana pasada me planteé incluir más fruta y verdura en la dieta. Además de no abusar de las grasas ni las carnes rojas. Y de ello nació este plato. Está muy rico y resulta muy sencillo de hacer. Lo más laborioso es preparar la verdura, pero tampoco lleva tanto tiempo. Por cierto, que el truco para que quede delicioso es utilizar producto fresco: nada de esas bolsas de verduras troceadas que hay en el súper, es mucho más barato comprar los ingredientes que necesitamos.
Por cierto ¿a que quedan chulas las últimas fotos con el objetivo nuevo? Estoy absolutamente rendida a sus lentes. Y eso que todavía no nos hemos contado nuestras debilidades... y que en el norte la luz buena nos dura menos que un suspiro en invierno.
¡Bonita foto!
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