Judías con tomate exprés, originalmente cargada por farandwell.
Música para acompañar (*)
(*) Uy, qué melodía tan chula
Ingredientes:
- 500 gramos de judías verdes frescas (también valen congeladas)
- Tres patatas grandes
- 240 gramos de tomate triturado
- Un vasito de caldo de verduras (o agua)
- Sal
Preparación:
En la olla ponemos el vaso de caldo o de agua junto con el tomate triturado. Asimismo, lavamos y cortamos las judías en trozos regulares y no muy grandes. Los echamos en la cazuela. Pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en trozos desiguales que terminamos cascando (para que en la cocción suelten la fécula y espese la salsa). Los añadimos a la cazuela.
Ponemos la olla al fuego, echamos un poquito de sal. Ojo con esto porque el tomate suele lleva ya y el caldo, depende. Si es comprado, habitualmente lleva. Si es hecho en caso, como en mi caso, sí, porque pertenecía a un puré. La cerramos correctamente y esperamos a que coja presión. Cuano lo ha hecho, bajamos a fuego medio/suave y dejamos cocer unos seis minutos.
Pasado este tiempo, despresurizamos la olla siguiendo las instrucciones correctamente, y servimos. Si nos quedara muy caldoso tenemos dos soluciones: la rápida es chafar algunos trozos de patata y mezclar, la lenta es poner en una cazuela a reducir, con cuidado, porque se nos puede pasar.
Comentarios:
Cocinar es algo que necesita tiempo y cariño. Pero de lo primero no siempre andamos generosos. Por eso se inventó la olla exprés y, por eso, ha tenido tanto éxito generación tras generación. Yo le tengo cierto respeto porque si no se maneja bien podemos tener un problema muy serio. Pero las ollas modernas son cada vez más seguras.
La primera que yo tuve es en la que hice esta receta, me la regalaron hace más de diez años y es de la marca Magefesa. Es perfecta. Luego, tengo otra de una marca que no recuerdo con menos tiempo e igualmente buena. El único pero es que es bastante más grande y eso, en un piso de 40 metros cuadrados y pocos armarios, no es muy práctico. Si no tenéis y pensáis compraros una, os recomiendo dos cosas. Uno, no seáis rácanos, llevaos una de marca conocida con posibilidad de encontrar repuestos y servicio técnico fácil. Y dos, tened en cuenta el espacio que tenéis, el tamaño que tiene y cuántos sois en casa, que no es lo mismo una olla enorme para dos que una mediana para cuatro.
Pero centrándonos en la receta, os aseguro que lleva quince minutos desde que nos ponemos en los fogones hasta que la llevamos a la mesa. Y queda... que para qué. Es cierto que es uno de mis platos favoritos (del que ya publiqué otra receta siguiendo el modo tradicional), pero es que es resultón y tan amoroso ahora en invierno... No me puedo resistir. Además, os sacará de cualquier apuro.
Por cierto, sí, también le podéis poner chorizo a cocer o freírlo aparte y añadirlo al servir. Ahora, tened pan a mano porque no se puede dejar ni rastro en el plato.
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