17 octubre 2013

Pastas para el frío

Pastas noruegas
Pastas noruegas, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Un clasicote en mi balda de cedés...

Pocos placeres hay tan reconfortantes como desayunar tus propias galletas. Sobre todo para alguien como yo, que las adora de manera irracional... y cuanto más naturales son, mejor. Siempre he querido aprender a hacerlas, pero ni cuando aún no me había independizado podía. Por cuestiones de salud solo se comían las Tostaduca, las más 'naturales' y menos grasas. Así que cuando llegó el horno ya sabía que este iba a ser mi gran entretenimiento.

15 octubre 2013

Perca provenzal

Perca al horno con patatas
Perca al horno con patatas, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)

(*) Cómo me gusta Luz... cuando se pone rockera... cuando saco su lado ñoño... porque "la vida es una canción que yo tarareo"


Si hay algo que no comía tan a gusto por no tener horno era el pescado. Me gusta, pero cuanto menos lo manipule más lo disfruto. Además, soy de las que creen que es más fácil encontrarle el punto para que quede jugoso en el horno que en cualquier otra preparación. Al microondas me parece un quiero y no puedo. Así que estoy rescatando del baúl de los recuerdos mis recetas. Y he empezado por esta tan sencilla: pescado blanco en cama de patatas.

10 octubre 2013

Hamburguesas ándale ándale

Hamburguesas mexicanas de pavo
Hamburguesas mexicanas de pavo, originalmente cargada por farandwell.


Música para acompañar (*)
(*) Una señora, oigan

Si hace un par de días hablábamos de panecillos de hamburguesas, hoy toca el relleno. Pero no del habitual. Ni uno cualquiera. Ni siquiera del bueno, con carne de buey. Hoy hablamos de hamburguesa de pavo... mexicana. O sea, fitness. Que ya nos estábamos despendolando un poco y hay que medirse muy bien para no pasarnos de la raya.

08 octubre 2013

Prefiero bollitos...

Panecillos de hamburguesa
Panecillos de hamburguesa, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)

(*) No digo nada y lo digo todo...


Tener horno y ganas de hacer pan ha sido todo uno. Por eso, en cuanto llegó a casa me volví loca rebuscando entre mis archivos las recetas que había ido guardando a lo largo de muchos meses. Y como suele pasar, siempre falta algo cuando te pones manos a la obra. De todas las que recuperé, me quedé con esta que muestro aquí por dos motivos: el primero, porque quería hacer hamburguesas; el segundo, porque tenía todos los ingredientes (el que me faltaba para las otras preparaciones era casi siempre el mismo: levadura fresca.

03 octubre 2013

Verde para llorar

Ensalada de cebolla asada
Ensalada de cebolla asada, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
Basia Bulat – Go On
(*) Otro de esos tesoros que descubro gracias a Spotify. Sientensen, cierren los ojos y disfruten

Recetas de ensaladas puede haber lo menos tres millones repartidas por el mundo (y por la blogosfera), por eso yo no me canso de buscar y reproducir. Me encantan. Sin embargo, probando probando me he dado cuenta de que cuanto más sencillas son más me gustan. Puede que ninguna supere la tradicional de lechuga batavia, tomate maduro, cebolla roja y ajo -todo de la huerta- que se hacía en casa de mi tía, pero esta que os traigo se le acerca.

La encontré en un libro de recetas bajas en hidratos de carbono que me compré en la Fnac hace ya unos meses. Es de Nicola Graimes y trae platos muy apañados. El único inconveniente es que, a veces, los ingredientes son un poco especiales y no los encuentras en un súper básico, pero con un poco de organización... En el caso de esta ensalada, el secreto está en la cebolla, que ha de ser morada. Por cierto, que si sois del norte y tenéis a mano unas con denominación de Zalla (por ejemplo), mejor que mejor.

La lista del súper:
- Espinacas baby (y brotes verdes variados, si queréis)
- Una cebolla morada grande
- Un aguacate
- Vinagre balsámico
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta

Con las manos en la masa:
Untamos una fuente resistente al calor (tipo Pyrex) de aceite de oliva y cortamos la cebolla morada en gajos de dos o tres centímetros de grosor. Los esparcimos por el recipiente y lo metemos al horno, que tendremos ya precalentado. Lo dejamos hacerse a 200 grados durante 25 minutos, aunque vigilándolo para que no se queme. Una vez que la cebolla esté tierna y dorada por algunos sitios, la sacamos y dejamos que enfríe

En el bol que vayamos a llevar a la mesa ponemos los brotes verdes y espinacas. Añadimos el aguacate pelado y cortado en gajos. Y por último, echamos la cebolla templada. Preparamos el aliño con dos cucharaditas de vinagre balsámico, otras dos de aceite, sal y pimienta y lo vertemos por encima. Removemos con cuidado y lo llevamos a la mesa.

Notas al pie:
Esta receta para dos es muy sana. Apenas tiene hidratos de carbono, lo que la hace ideal para dietas en las que nos interesa perder grasa y para cenar. Pero también es un acompañamiento perfecto para otros platos más contundentes donde sí aprovechamos para añadir carbohidratos (por ejemplo, carne o pescado con boniato al horno o patatas asadas).

Pese a que sea una preparación 'de dieta' es muy sabrosa. El truco está en que el aliño estén en su punto y en esa maravillosa cebolla morada. Que no es lo mismo comerla cruda -crujiente, picante y más fuerte- que asada -tierna, más dulce y suave. Probadlo y me contáis.

01 octubre 2013

Esponjoso de limón y... frambuesa



Música para acompañar (*)
Jack Johnson – Posters
(*) Me encanta la música de este surfero reconvertido #yoconfieso

Este fue el primer bizcocho que hice en mi flamante horno microondas. Qué emocionante fue. Tenía tantas ganas de tener uno que no paraba de mirar como subía la masa y se doraba. Además, mientras todo ello pasaba, aquello empezaba a oler para flotar hasta el infinito y más allá. Lo mejor de todo fue sacarlo. Cuando lo pinché y vi que estaba perfecto y precioso me sentí la reina del mundo. Igual os parece una exageración, pero no.