31 diciembre 2012

Tarta tatín de tomate

Tatin de tomate
Tatín de tomate, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*) 
(*) Un chute de alegría para afrontar la semana y el año nuevo... Pásenselo ustedes muy bien esta noche

Ingredientes:
- Masa brisa
- Un kilo de tomates maduro (puede que nos sobren)
- Dos cucharadas de azúcar
- 25 gramos y una cucharada de mantequilla o margarina
- Orégano
- Pimienta
- Sal

Preparación:
Escaldamos lo tomates para poder pelarlos. Esto es, ponemos una cazuela al fuego con agua en abundancia y cuando rompa a hervir bajamos el fuego y echamos los tomates enteros (previmente habremos hecho un corte pequeño en forma de aspa en su base). Los tenemos entre un minuto o dos en el agua y los sacamos con cuidado. 

Es el momento de pelarlos. Veremos que la piel se levanta sin necesidad de usar el cuchillo para nada.  El corte que hemos hecho antes de escaldarlos en la base nos han facilitado mucho el trabajo. Vamos tirando de ella hasta que no quede ni rastro en la carne. Una vez conseguido, quitamos con mucho cuidado el pedúnculo de cada tomate y los cortamos a la mitad, pero no por el pedúnculo, sino por el medio. Es decir, lo dividiremos en dos hemisferios como si fuera la tierra (no sé si me explico).

Necesitaremos un molde que se pueda poner al fuego. Si no tenemos ninguno, basta con una sartén algo honda que podamos meter al horno. Untamos el recipiente con mantequilla (una cucharada nos bastaría. Espolvoreamos una cucharada de azúcar blanco y disponemos los tomates con la cara cortada hacia el fondo. Tienen que quedar muy apretaditos, cuanto más, mejor. Añadimos los 25 gramos de mantequilla fundida o en punto pomada por encima y otra cucharada de azúcar (o algo menos) y lo ponemos al fuego. 

Deberemos tenerlo a potencia mínima durante unos 20 minutos, aunque el tiempo es orientativo. Lo que deben hacer los tomates es ablandarse y caramelizarse, pero sin perder la forma ni deshacerse. Si suelta mucho agua, podemos subir el fuego los últimos minutos para que se evapore. Es mejor cuanto menos tenga. Una vez conseguido, espolvoreamos orégano y pimienta, salamos y lo tapamos con la masa brisa. 

La masa debe cubrir los tomates por encima y llegar hasta el fondo del recipiento por los bordes, formando una especie de cuenco que arrope las hortalizas. Yo, además, la dejo muy poco tirante, para que también los abrace entre los pequeños huecos que queden entre ellos. No nos cortemos con ello, si la masa es buena, será una delicia. Por esto, o la hacemos en casa, o compramos una de una marca razonablemente buena que no sepa a sebo: La Cocinera, Giovanni Ranna... Ojo con las marcas blancas porque algunas no saben tan ricas, tengámoslo en cuenta.

Lo metemos al horno previamente precalentado y lo dejamos en él a 170 grados durante media hora con calor por ambos lados. Pasado este tiempo, cuando la masa esté hecha, lo sacamos y dejamos que temple durante unos minutos. Cuando ya podamos trabajar con el recipiente, lo desmoldamos dándole la vuelta sobre una bandeja y un plato con mucho cuidado. 

Si se nos han quedado pegado los tomates al fondo, no pasa nada, los despegamos con paciencia y la ayuda de una espátula y los disponemos sobre la tarta con la cara más bonita hacia nosotros y listo. Se puede tomar caliente, del tiempo y hasta fría. Está deliciosa.

Para los que usen la superchef, montamos los tomates crudos y ya cortados al medio sobre el recipiente de la misma como indico más arriba. La diferencia está en que no lo pasamos por el fuego ni le damos a freír. Directamente lo tapamos con la masa y lo metemos en el robot en función horno durante 45 minutos. Después, procedemos con el desmoldado como ya he dicho y a la mesa.

Comentarios:
Las tartas tatín a menudo son preparaciones en dulce. La tradicional es de manzana, como ya os conté hace unos meses al presentar una variante en superchef que incluía pera. Y aunque parece que tiene muchos pasos, esta receta es coser y cantar. 

La mayor dificultad está en manejar la masa brisa con la que cubrimos los tomates porque hay que ser rápidos y delicados. Pero no hay nada que no se arregle con los dedos, como si fuera plastilina. Eso sí, como ya he dicho, ojo con la marca que compremos y no seamos rácanos en este aspecto. Nuestro paladar nos lo agradecerá, creedme. Para los más 'pro', les animo a que hagan la masa ellos mismo con esta receta.

Este plato, además, es multiusos. Lo mismo nos sirve como primero, que como segundo, si lo acompañamos de una ensalada. Pero también es una buena idea para servirlo como entrante o aperitivo. Su sabor agridulce despierta los sentidos y el hambre...

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