Lombarda a la madrileña, originalmente cargada por farandwell.
Música para acompañar (*)
(*) No sé por qué, pero este plato a mí me da ganas de escuchar al de Úbeda...
Ingredientes:
- Una lombarda (de kilo o más, no importa, porque reduce mucho su volumen)
- Dos o tres manzanas reineta (no valen otras)
- Un diente de ajo
- Una cucharada de azúcar moreno
- Dos cucharadas de vinagre de manzana
- Dos cucharadas de jerez seco
- Aceite de oliva
- Opcional: piñones y pasas
Preparación:
Cortamos la lombarda a la mitad y le quitamos el tallo con ayuda de un cuchillo. Después la vamos troceando en juliana (o como más nos guste, pero que no sea muy grueso). Ponemos una cazuela honda al fuego con agua abundante y sal. Al romper a hervir echamos la col y dejamos que se haga a fuego medio durante quince o veinte minutos. El tiempo es orientativo, puede ser incluso más. Lo ideal es que esté cocida, pero no muy blanda, ligeramente crujiente, incluso. Escurrimos y reservamos.
Pelamos las manzanas y las cortamos en dados a groso modo. En una sartén grande y honda ponemos un poquito de aceite y echamos un diente de ajo laminado. Cuando empiece a tomar color lo retiramos y añadimos la manzana. Si queremos poner piñones y pasas, éste es el momento. Dejamos que se haga un par de minutos y añadimos el azúcar, el vinagre, el jerez y la lombarda cocida. Mantenemos a fuego medio durante al menos quince minutos. El objetivo es que todo quede rehogado junto, tome un ligero colo dorado la manzana y los piñones, y el líquido se evapore. Servimos caliente como primer plato o como guarnición
Comentarios:
Creo que la receta de la lombarda a la madrileña varía tanto como cocinas hay en la comunidad. Lo que sí está confirmado es que es un plato tradicional de Navidad y que acompaña muy bien al cordero.Yo, sin embargo, la preparo para equilibrar los días de comilonas con otros más 'normales' porque, además, esta col me rechifla hasta en ensalada.
Ya veis que no es una preparación nada sofisticada, así que no se pueden poner excusas para no hacerla. En mi receta yo opto por dejar la lombarda tierna, pero muy entera y algo crujiente. No me gusta demasiado cuando queda muy hecha y casi se deshace al trabajarla, aunque esto es muy habitual. Creo que un plato con este color se merece una presentación algo más apetitosa.
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