Salmón al aroma del eneldo, originalmente cargada por farandwell.
Música para acompañar (*)
(*) Puede que esta sueca ni os suene, pero no podéis perdérosla... En serio. Yo doy las gracias a 'Cocina Indie' por descubrírmela
Ingredientes:
- Un lomo de salmón fresco (para dos personas)
- Nata para cocinar (puede ser de soja, que es la que yo he usado)
- Una chalota
- Un manojo de espárragos trigueros
- Tres zanahorias
- Medio calabacín no muy grande
- Dos patatas medianas
- Eneldo (si es fresco, mejor)
- Sal
- Aceite
Preparación:
Limpiamos los lomos de salmón fresco quitándole la piel y las espinas. Para ello, los colocamos en una tabla con la piel hacia abajo, cortamos a la mitad sin llegar a ésta y en ese momento giramos el cuchillo 90 grados hacia un lado y cortamos lentamente la carne hasta llegar al exterior. Repetimos la operación con el otro lado. Deshechamos la piel y ponemos el pescado en una fuente. Lo rociamos con aceite de oliva y eneldo. Tapamos con papel film y dejamos que se marine durante media hora.
Continuamos con la preparación del resto del plato. Cortamos la chalota en dados muy finos. Los ponemos a dorar en una sartén con una cucharada de aceite. Cuando estén, añadimos un chorro de vino blanco y dejamos que evapore. Entonces echamos la natal, el eneldo y la sal, y dejamos que cueza a fuego suave durante al menos diez minutos. Ha de tomar algo de cuerpo.
Mientras tanto, vamos con las verduras. Pelamos la patata y la cortamos en láminas con una mandolina. Ponemos un cazo con agua y sal a hervir y cuando empiece echamos las rodajas. Dejamos que se cuezan no más de diez minutos. Han de hacerse, pero no deshacerse. Si les falta un punto para poder comerlas, mejor. En una sartén, hechamos un par de cucharadas de aceite y colocamos las patatas cocidas. Dejamos que se hagan a fuego suave hasta que se doren por ambas caras y las sacamos sin llevarnos el aceite con ellas.
En otra sartén con una cucharada de aceite freímos los esparragos junto con las las zanahorias peladas y cortadas en bastones. Cuando empiecen a ponerse tiernas, añadimos el calabacín en bastones o en dados. Dejamos que se haga y cuando empiece a ponerse transparente, retiramos todo del fuego y lo escurrimos. Por último, freímos el salmón en una sartén sin añadir aceite (ya lo tiene). Ha de quedar hecho por fuera y jugoso por dentro.
Es hora de montar el plato. Hacemos una cama con la patata y colocamos el salmón encima. En un lateral, ponemos el resto de las verduras sin mezclarlas. Añadimos una cucharadita de salsa sobre el pescado y el resto lo ponemos en una salsera para que cada uno se eche cuanto quiera.
Comentarios:
¿Hay algo que case mejor que el eneldo y el salmón? Yo creo que no. Esta receta es por ello sencillamente perfecta. Y eso que por separado no soy fan de ninguno de los dos, no me disgustan, pero no me vuelven loca. Sin embargo, cocinados juntos y así me flipan. Me da pena que esta discutible foto que pongo (es más que horrible y la cambiaré en cuanto lo vuelva a cocinar) no le haga justicia.
La receta original la encontré en Hogar Útil y yo le hice alguna modificación para adaptarla a mis gustos. Pero la esencia es la misma. En un principio parece un lío, pero si se siguen los pasos, podemos apañarnos bien. Además, la verdura y la salsa se pueden tener hechas de antemano o casi y darles el último toque en el momento. Eso sí, si lo piensas hacer todo a la vez, cuidado, porque hay que tener un poco de experiencia para no liarla.
Por cierto, es una preparación apta para cenitas en las que quieres quedar bien... ya me entendéis.
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