29 marzo 2013

Bizcocho caribeño de Yas

Bizcocho caribeño
Bizcocho caribeño, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Oh, Dios, cuánto hacía que no escuchaba esta canción...  

Ingredientes:
- Tres huevos
- Media naranja (yo usé sanguina)
- Un kiwi
- Cuatro cucharadas de coco
- 70 mililitros de aceite de girasol (yo usé del especial para postres, un poco 'pijada')
- 170 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar
- Un sobre de levadura

Preparación:
Trituramos con la batidora la media naranja sin pelar, el kiwi pelado y troceado y el coco. Añadimos también los huevos y seguimos batiendo. Cuando ya tengamos una masa más líquida, echamos el aceite y el azúcar, y seguimos batiendo. Luego pasamos la mezcla a un bol y añadimos la harina (mejor si la tamizamos) y la levadura. Integramos con movimientos envolventes hasta dejar una masa fina, sin grumos.

Cogemos el molde donde vayamos a hacer el bizcocho y lo untamos de mantequilla. Después, ponemos papel apto para horno y echamos la mezcla. Lo llevamos al horno, que lo tendremos ya caliente, y lo dejamos en él 40 minutos con calor por abajo y a 180 grados. Pasado este tiempo, lo sacamos, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. 

Comentarios:
Desde ya es mi bizcocho favorito. Sale perefecto: esponjoso, con cierto toque jugoso y un sabor increíble. Además, queda dorado por fuera y moteado por dentro gracias al kiwi y la naranja. Me encanta desayunarlo, pero podría comerlo como postre, para merendar, entre horas... Un vicio, vaya, que descubrí de la mano de uno de mis blogs de recetas favoritos, el de Yas. Qué artista de los fogones... No sé cómo se le ocurrió mezclar estas frutas con la masa, pero es una combinación ganadora.

27 marzo 2013

Bacalao a la vizcaína

Bacalao a la vizcaína
Bacalao a la vizcaína, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) una de mis debilidades musicales

Ingredientes:
- Cuatro buenos filetes de bacalao sin espinas
- Pulpa de pimiento choricero
- Una cebolla grande o dos pequeñas (si son moradas de Zalla, mejor)
- Un ajo 
- Una rebanada de pan
- Un par de cucharadas de tomate triturado
- Agua
- Sal
- Aceite

Preparación:
Picamos la cebolla finita y la ponemos a pochar con un chorro de aceite en una cazuela baja. Cuando se empiece a dorar añadimos el ajo y al minuto el pan. Dejamos que se haga todo junto y añadimos la pulpa de pimiento choricero. Yo usé la mitad de la que viene en los botes de la marca Zubia, totalmente recomendable. Damos un par de vueltas y añadimos el tomate triturado y la sal. 

Dejamos sofreír un minuto y echamos el agua: 425 mililitros más o menos. Dejamos cocer a fuego medio durante uno veinte minutos. De vez en cuando le echamos el ojo y le damos una vuelta para que no se pegue. Probamos y corregimos de sal si es necesario. Cuando esté, lo trituramos (yo usé la batidora) y lo volvemos a la cazuela. 

Mientras tanto, limpiamos el bacalao: le quitamos las espinas y la piel, y lo salamos. Aquí hay tres opciones: envolverlo en un poco de harina y pasarlo dos minutos por la sartén antes de meterlo con la salsa. O directamente dejarlo hacer sobre la salsa. O confitarlo, es decir, dejarlo hacerse en aceite a muy baja temperatura. Yo prefiero la primera. Una vez lo tengo listo, lo dejo cocer todo junto a fuego suave no más de diez minutos y vigilándolo para que el pescado no se pase. Lo servimos calentito y con pan para mojar

Comentarios:
El bacalao a la vizcaína es una receta típica vasca. Y muy propia para estas fechas. Como todos los platos tradicionales, en cada casa se hace de una manera. Yo he tomado como propia la del blog Directo al paladar, que os recomiendo de verdad porque da gusto leerlo. Pamela nos desgrana sus trucos paso a paso para conseguir un bacalao de rechupete y, además, sencillito de hacer. Ya veréis. Por cierto y aunque no me lea: feliz cumple, hermanito.

25 marzo 2013

Un café de otra manera

Panna cotta de moca
Panna cotta de moca, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Esta canción me la 'regalaron' por mi cumple... 

Ingredientes:
- 200 mililtros de nata para montar o con más del 30% de materia grasa
- 50 mililitros de café expreso recién hecho
- Hoja y media de gelatina neutra
- Una cucharada de azúcar 
- Cuatro onzas de chocolate negro

Preparación:
Ponemos la gelatina a hidratar en agua y hacemos un café expreso: nos quedamos con 50 mililitros. Yo tengo la Nespresso y he escogido la variedad Roma, con una intensidad potente. Mientras tanto, ponemos la nata a fuego medio-fuerte y le añadimos el café y el azúcar. 

Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y echamos la gelatina escurrida. Removemos bien con unas varillas para que se disuelva y lo ponemos de nuevo al calor suave. Cuando comience a borbotear, apagamos. Cogemos los moldes que vayamos a usar y vertemos la mezcla. 

Dejamos que enfríe al menos una hora fuera del frigorífico. Le rallamos el chocolate negro y lo guardamos en la nevera durante unas cuatro horas. Pasado este tiempo, ya podemos servirla. No os va a decepcionar.

Comentarios:
Soy una aficionada a las panna cotta desde que descubrí lo fácil que es hacerlas y lo bien que resultan. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado al elegir de qué las haces porque si no eres excesivamente goloso pueden resultar empalagosas. Cuando vi esta de Claire pensé que estaba hecha para mí (me las hice por mi cumpleaños hace unos días) y no me equivoqué. Estaba para repetir... menos mal que solo hice dos en una cena para dos. Así el café estaba incluido... Hoy se la dedico a mi consorte, que para eso es el suyo.

22 marzo 2013

Puré 'crunch' de urgencia

Puré de calabaza con trigueros
Puré de calabaza con trigueros salteados, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Si no los conocéis, es el momento

Ingredientes:
- Puré de calabaza (puede ser casero o comprado)
- Un manojo de espárragos trigueros
- Sal
- Aceite

Preparación:
Calentamos un par de cucharadas de aceite en una sartén y salteamos los trigueros. Podemos cortarlos en trozos de tamaña regular. Dejamos que se hagan bien y hasta que queden algo crujientes. Les echamos un poquito de sal y los servimos sobre el puré.

Comentarios:
Yo acostumbre a cenar en la oficina. Y no siempre es fácil tener preparada la cena. Esto me obliga muchas veces a cocinar a la vez dos platos diferentes. Claro, no siempre se tienen ganas y entonces es cuando tiro de restos o algún precocinado. El puré es uno de ellos. En mi súper venden unos en la sección de verduras que no son baratos, pero sí muy sanos. Apenas llevan nada más que las verduras y no tienen lactosa. 

Cuando no me apetece hacer nada los llevo tal cual y si tengo ganas de darle un toque los personalizo con algo: queso, aceite perfumado, picatostes, frutos secos tostados o, como en este caso, trigueros salteados que están buenísimos y son muuuuy ligeros. Una solución de urgencia que dan ganas de hincarle el diente sin pensárselo.

20 marzo 2013

Salmón con glaseado de mirin

Salmón glaseado con mirin
Salmón con glaseado de mirin, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Gran versión 

Ingredientes:
- Un lomo de salmón de 400 gramos
- 60 mililitros de mirin
- 60 mililtros de salsa de soja
- 50 gramos de azúcar moreno
- 2 cucharadas de vinagre de arroz

Preparación:
Lo primero es preparar el pescado. Cortamos el lomo de salmón en tiras largas pero estrechas. Tienen que ser más anchas que planas y no llevar la piel. No es nada complicado. Lo reservamos. Ahora prepararmos el marinado: mezclamos el mirin, la soja y el azúcar moreno, y vertemos el salmón. Usaremos una bandeja honda para que los trozos queden sumergidos y los mantendremos ahí durante cinco minutos, al menos.

Cuando haya pasado el tiempo adecuado, ponemos una sartén al fuego sin nada y cuando esté caliente depositamos el salmón. Dejamos que se haga dos minutos por cada lado y lo sacamos al plato donde lo vayamos a servir. En la sartén seguimos calentando la salsa, a la que añadiremos el vinagre de arroz y dejaremos reducir unos minutos. Después, echamos el glaseado sobre el salmón y acompañamos el plato con unos champiñones que habremos hecho ya. En este caso eran unos Portobello salteados en la sartén y espolvoreados con perejil.

Comentarios:
Os aseguro que esta receta se tarda en hacer quince minutos y sale rica rica. Igual es porque a mí me gusta mucho la cocina oriental pero... es que triunfó el día que la hice, que no será el último, claro. Eso sí, a mí me sobró glaseado que he guardado por si se me ocurre echarlo en algún que otro plato.

La idea la saqué del libro de Nigella Lawson 'Comida rápida y saludable', al que, como y habéis visto, le estoy sacando mucho partido. Y es tal como dice el título. De hecho, yo la hice un mediodía en el que no me sobraba el tiempo y tardé menos de lo que pensaba. Por cierto, que ella lo acompaña de cebolleta cruda y arroz blanco. 

18 marzo 2013

Me llamo Clemente

Bizcocho de mandarina
Bizcocho de mandarina, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Un caramelito musical

Ingredientes:
- Una mandarina grande o una y media si son pequeñas (si son clementinas, mejor)
- Seis huevos
- 200 gramos de azúcar
- 250 gramos  de almendra natural molida
- 120 gramos de harina (lo ideal es mezclar de maíz y de trigo)
- Un sobre de levadura en polvo
- Una cucharada de anís (opcional, yo no le puse)
- Rodajas de mandarina confitada de adorno

Preparación:
Lavamos bien las mandarina con agua templada. Como las usaremos sin pelar, tenemos que ser muy cuidadosos con este apartado y, si es necesario, usar un cepillo para ello. La trituramos con la batidora y reservamos un momento.

Por otro lado, batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su tamaño y añadimos la pasta de mandarina. Si vamos a usar anís, es el momento de incorporarlo. Seguimos batiendo y le añadimos la almendra molida (yo la he pulverizado con ayuda de mi trituradora, pero también se puede comprar ya así). Lo integramos todo bien con ayuda de una espátula y echamos la mezcla de harinas y levadora. Seguimos mezclándolo todo bien hasta obtener una masa ligera.

Encamisamos un molde con mantequilla y harina, o lo forramos de papel vegetal, y vertemos la masa. Lo llevamos al horno, que tendremos precalentado, y lo dejamos allí unos 40 minutos a 180 grados con calor por abajo, aunque vigilamos por si se hace antes. Luego, lo sacamos, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Lo decoramos con mandarina confitada y listo para desayunar.

Para confitar mandarina se necesitan unos 130 gramos de azúcar y unos 60 mililitros de agua. Dejamos que hierva y añadimos las rodajas de la fruta. Dejamos que hierva a fuego medio hasta que coja un tono dorado subido y empiece a caramelizarse. Entonces, las sacamos y las dejamos secar sobre un papel de horno. Cuando se puedan tocar, ya podremos usarlas para decorar o comérnoslas así.

Por cierto, el caramelo líquido sobrante podemos dejarlo solidificar sobre papel. Luego, lo envolvemos y lo guardamos en la nevera para cuando nos apetezca un dulce.

Comentarios:
Dicen que a la tercera va la vencida y va a ser que sí. Tres veces he intentado hacer este bizcocho y solo a la tercera quedó como a mí me gusta. Tomé la idea original de Claire y la 'tuneé' un poco para que me quedara esponjoso. La verdad es que es un bizcocho de los que pesan y de textura un tanto curiosa por la almendra. Soprende. También por ese sabor intenso que le da la piel de la mandarina.

Lo que no permite es conservarlo muchos días porque se queda duro. Aguanta dos o tres bien, pero hay que tenerlo tapado y si es envuelto en papel filme, mejor, porque así guarda esa humedad tan rica. Claro, que con lo bueno que está no creo que dure más de 72 horas.

15 marzo 2013

Chipirones chup chup

Chipirones guisados/
Albóndigas en salsa de mostaza, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Una de mis canciones favoritas 

Ingredientes:
- 400 gramos de chipirones limpios
- Una cebolla
- Un pimiento verde
- Un diente de ajo
- Un vasito de vino blanco
- Dos cucharadas de tomate triturado
- Media cucharadita de pimentón dulce
- Una hoja de laurel
- Aceite
- Agua (o caldo de pescado)
- Sal

Preparación:
Limpiamos los chipirones. Aunque ya vengan así es conveniente repasarlos para asegurarnos que no queda ni rastro de despojos que nos estropeen el plato. Los reservamos.

Picamos la cebolla y el pimiento verde muy pequeño. Los pochamos en una cazuela baja con cuatro cucharadas de aceite (más o menos). Dejamos que se doren y añadimos el ajo. Mantenemos un par de minutos más al fuego y echamos los chipirones. Dejamos que se hagan durante unos minutos y los salamos.

Es el momento de poner el pimentón dulce, le damos una vuelta y vertemos el tomate triturado, el laurel y el vino blanco. Dejamos que se evapore el alcohol y echamos un vaso de agua o caldo. Cocemos todo junto durante veinticinco minutos y servimos bien caliente. 

Comentarios:
Este es otro de esos platos reconstituyentes y sanos para afrontar los días más fresquitos. Además, como se trata de un pescado con muy poca grasa lo podemos adaptar a cualquier dieta. Yo saqué la idea de Directo al palador y ya se ha convertido en uno de mis básicos. Además, es muy fácilitod e hacer porque requiere muy poca atención una vez que lo echamos todo a la cazuela.

13 marzo 2013

Albóndigas a la antigua

Albóndigas en salsa de mostaza
Albóndigas en salsa de mostaza, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Acabé un poco saturada del anterior disco, pero este avance del nuevo me ha encantado a los veinte segundos

Ingredientes:
- 450 gramos de carne picada de ternera (a mí me gusta muy magra)
- Un huevo
- Un ajo
- Miga de pan mojada en leche
- Una cebolla
- Una manzana
- Un vasito de vino blanco o de cerveza
- Una cucharada de harina
- 3 cucharadas rasas de mostaza a la antigua
- Agua
- Sal
- Pimienta
- Perejil

Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es adobar la carne para que pueda reposar un poco (con un cuarto de hora nos valdrá). Ponemos la carne picada en un bol y le añadimos el huevo sin batir, un puñado de perejil picado, un ajo aplastado, la miga de pan mojada en leche y escurrida, y la sal. Lo mezclamos todo con ayuda de nuestras manos. Tendremos que hacer una masa homogénea y fácil de modelar.

Dejamos que repose y después formamos las albóndigas. ¿Cómo? También con nuestras manos. Las moldeamos como si fueran plastilina y luego las pasamos por harina, les quitamos el exceso de ésta y las freímos. Usamos una sartén con aceite abundante y muy caliente, que tendremos a fuego fuerte. Se trata de sellarlas: es decir, dorarlas por fuera y crudas por dentro. Las ponemos en la cazuela donde vayamos a cocinarlas después y las reservamos.

Vamos ahora a por la salsa. Para ello, picamos la cebolla muy finita y la pochamos con tres cucharadas de aceite. Cuando esté empezándose a dorar añadimos la manzana pelada y en dados muy pequeños. Dejamos que se enternezca y añadimos la cucharada de harina. La cocinamos un par de minutos y añadimos las tres cucharadas rasas de mostaza a la antigua y el vasito de vino blanco o cerveza. Dejamos que ligue la salsa y rectificamos de sal y pimienta. Añadimos agua a discreción y dejamos cocinar diez minutos.

Pasado este tiempo la echamos en la cazula de las albóndigas y dejamos que se haga todo junto a fuego suave durante diez minutos. Probamos, rectificamos de sal y ya está listo para servir. Dicen que están mejor al día siguiente, pero en mi casa no lo hemos probado: se acaban antes.

Comentarios:
Siempre hago las albóndigas de la misma manera, con salsa española. Pero esta vez me dejé guiar por Dolita, de Las recetas de mis amigas, y me alegro. La receta en sí no es nada difícil y el resultado, en cambio, es muy grato. Incluso para aquellos que no son muy fan de la mostaza porque su sabor en esta salsa es muy delicada. Al menos en las cantidades en las que yo la eché.

Lo que no varié de mi forma de hacer este plato es el adobo de la carne. Sale tan suaves, tiernas y sabrosas que si funciona, para qué voy a cambiarlo. El truco, en parte, está en la miga de pan mojada en leche, que le aporta mucha suavidad a la masa. Además, es el modo que siempre se usó en la casa donde me crié y eso también mola. ¿A quién no le gustan las albóndigas caseras de la abuela?

11 marzo 2013

Al rico caramelo... de endivias

Endivias caramelizadas
Endivias caramelizadas, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Qué voz, por favor

Ingredientes:
- Dos endivias por comensal
- Lascas de queso curado por encima (también valen lonchas)
- Una cucharada de azúcar moreno
- Aceite
- Tomillo al gusto
- Pimienta 
- Sal al gusto
- Pan rallado

Preparación:
En una cazuela o sartén apta para horno echamos un chorrito de aceite, el azúcar moreno y sal al gusto. Lo llevamos a fuego fuerte y dejamos que caliente. Mientras tanto, cortamos las endivias a la mitad. Cuando el aceite haya cogido temperatura, colocamos la verdura con su parte plana hacia abajo y bajamos a fuego medio. Dejamos que se hagan entre tres y cinco minutos.

Pasado este tiempo, apagamos el fuego y damos la vuelta a las endivias. Sobre cada una de ellas espolvoreamos un poco de tomillo, colocamos las lascas de queso curado por encima y añadimos tomillo nuevamente. Lo metemos al horno con calor por ambos lados a unos 180 grados. Dejamos que se hagan no más de diez minutos y volvemos a sacar. Espolvoreamos pan rallado y pimienta y doramos al grill unos cinco minutos. Listas.

Comentarios:
Una nueva receta de Heva en este blog (esta vez vía Mi dulce tentación). Me encanta. En serio: por lo rápida que es y por lo buena que está. Es diferente, no lo vamos a negar. Y más si además de azúcar lleva tomillo. Pero está para chuparse llos dedos. Lo ideal es hacerla como primer plato ligero o como acompañamiento de un segundo: carne, pescado, pollo. Yo, además, me la he llevado en el tupper, pero  no es la mejor opción. Está bueno, pero pierde textura. 

Otra cosa: yo no tengo horno, ya sabéis, pero he podido hacerla perfectamente en la superchef, que además de asar, fríe. Así da gusto. Los tiempos son muy parecidos, lo único que no se puede hacer es dorar el pan rallado. De hecho, es mejor utilizar migas de pan tostado para darle el toque crujiente.

08 marzo 2013

Lubina borrachuza

Lubina al sake
Lubina al sake, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Una canción que me traslada a Skibereen, verano del 98

Ingredientes:
- Filetes de lubina, a ser posibles sin espinas
- Una cebolleta para cada filete
- Sake
- Soja
- Champiñones y setas para acompañar
- Perejil, de adorno

Preparación:
Limpiamos los filetes de lubina de espinas y colocamos cada uno de ellos sobre un trozo de papel albal. Éste ha de ser hermoso porque vamos a asarlas al horno en papillote, por lo que deberá darnos para cerrar adecuadamente cada paquete. Una vez puesto el pescado, colocamos las cebolletas por encima (una por filete). Previamente habremos cortado cada una a la mitad y luego cada mitad en cuatro trozos a lo largo.

Vamos haciendo los paquetes con cuidado y sin cerrarlos del todo porque es el momento de echar el líquido. En cada uno pondremos tres cucharadas de sake y una de soja. Los cerramos bien y los ponemos en una bandeja que meteremos al horno. Allí los tendremos no más de quince minutos, aunque esto depende de lo grande que sea el pez y de lo gruesos que hayan resultado los filetes. En todo caso, iremos vigilando un paquete (lo abrimos un poco y lo volvemos a cerrar) para que no se reseque la lubina.

Mientras tanto, preparamos el acompañamiento. Podemos hacer una ensalada, saltear unas verduras (calabacín, berenjena y pimiento) o unas setas. Yo opté por esto último para lo que doré un diente de ajo en una sartén con un poquito de aceite y luego eché setas y champiñones. Dejé que se volvieran blanditas y listas.

A la hora de emplatar tenemos que manipular todo con cuidado. Sobre todo los papillotes: el papel suele estar muy caliente y dentro puede quedar vapor que quema. Sacamos cada filete con ayuda de una paleta y lo depositamos en el plato. Regamos con los jugos que quedan en el paquete, y acompañamos con una buena ración de setas y de adorno una ramita de perejil.

Comentarios:
El libro de Cocina rápida saludable de Nigella Lawson es una joyita. Esta receta también está sacada de allí y se hace en un pispás. Además, el ingrediente principal es el pez que más me gusta. La mezcla de sake y soja le da un sabor un tanto curioso, así que si no estáis acostumbrados a los sabores orientales, mucho ojo.  Por otro lado, como veis, es muy ligero, así que no os cortéis ni con las raciones ni con el resto del menú: una sopa de primero y unas natillas o fruta de temporada como postre lo complementan genial.

06 marzo 2013

Secretos de chocolate

Secretos de chocolate y fresa
Secretos de chocolate, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Porque para mí hoy es viernes y mañana... fiesta

Ingredientes:
- 200 gramos de chocolate negro (por ejemplo, Nestlé Postres)
- 120 mililitros de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
- Cuatro fresas u ocho frambuesas
- Cuatro galletas tipo 'digestive'
- Cacao en polvo 

Preparación:
Para hacer este postre, lo primero será preparar la fruta. Si usamos fresas, las lavamos y las cortamos en cuartos o rodajas gruesas. Si son frambuesas, las limpiamos en seco y listas. Las ponemos en un bol y les espolvoreamos un poquito de azúcar para que vayan poniéndose melosas y reservamos.

Ponemos un cazo al fuego con la nata para montar y la llevamos a ebullición. En ese momento añadimos el chocolate y bajamos el fuego. Removemos con ayuda de una espátula hasta que las onzas se dehacen y conseguimos una crema densa, pero sin tropezones. 

Es el momento de montar el postre. Lo ideal es conseguirse unos moldes semiesféricos del tamaño de nuestras galletas. Los llenamos hasta la mitad de chocolate y luego ponemos en el centro una fresa por molde. Tapamos con el resto del chocolate y ponemos una galleta por encima. 

Los congelamos durante una noche y los sacamos la mañana que vayamos a consumirlo. Entonces, lo desmoldamos con la galleta como base y dejamos que se descongelen en la nevera. Servimos espolvoreados con cacao e, incluso, migas de galletas.

Comentarios: 
Esta receta es de Dulces bocados, pero yo la encontré en L'exquisit, y me pareció tan fácil que no he podido resistirme a ella. Además, estamos en temporada de fresas y es el momento ideal para hacer este tipo de cositas. No es light ni mucho menos, pero para darnos un capricho a final de semana por lo bien que nos hemos portado... por qué no.

Secretos de chocolate y fresa

La presentación es muy curiosa, pero no siempre somos tan mañosos para conseguir buenos resultados o contamos los utensilios necesarios a mano. Sin embargo, esto no nos puede retraer de intentarlo porque os voy a dar dos trucos para lanzaros. Uno añade una ligera variación y el otro es la presentación para vagos. 

¿Qué pasa cuando no tenemos moldes o nada que se le parezca para seguir los últimos pasos? Yo tengo dos opciones. Montamos el postres como tal en nuestros recipientes y por encima ponemos galletas pulverizadas con un poco de mantequilla. Haremos una capa gruesa que sirva de base y operamos como ya he contado.

Sin embargo, cuando ni siquiera tenemos unos boles apropiados, podemos usar vasos de cristal. Entonces, ponemos galletas pulverizadas abajo, una capa de chocolate, las fresas o frambuesas en el centro, napamos de nuevo y espolvoreamos con galleta. Podemos decorar con una fruta. Luego solo lo refrigeramos y lo servimos listo para comer en el recipiente. Es otro montaje menos misterioso, pero más fácil. No hay excusas.

04 marzo 2013

Crema para marcianos

Crema de guisantes y pesto
Crema de guisantes y pesto, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
(*) Me estoy repitiendo, lo sé, pero es que le va mucho a la receta, hombre

Ingredientes:
- 750 mililitros de agua
- 375 gramos de guisantes congelados
- Dos cebolletas
- Media cucharadita de sal
- Un chorrito de zumo de lima
- Cuatro cucharadas de pesto (que no sea de bote)

Preparación:
Ponemos el agua en una cazuela y lo dejamos hervir. Cuando borbotée, añadimos los guisantes, la sal, las dos cebolletas limpias y enteras, y el chorrito de zumo de lima. Dejamos que cueza todo junto siete minutos. 

Pasado el tiempo, escurrimos los guisantes, pero reservamos el agua. Quitamos las cebolletas y las apartamos porque no las vamos a usar. Trituramos los guisantes en la batidora añadiendo agua poco a poco. Debemos obtener una crema ligera (no un puré) pero no demasiado líquida.

La servimos en dos cuencos y añadimos un par de cucharadas de pesto por encima para que el comensal lo mezcle. Se toma templada, pero si no la vamos a comer en el momento, el pesto no se lo podemos añadir hasta que esté caliente de nuevo. 

Comentarios:
Esta receta es una de las que incluye el nuevo libro de cocina que me he comprado: 'Comida rápida y saludable', de Nigella Lawson. La verdad es que tengo que hacer un post de mi biblioteca culinaria porque está adquiriendo un volumen digno de ello. Y me encanta. Pero no me voy a ir por las ramas. 

Me llamó mucho la atención por la mezcla: guisantes, que no me emocionan, con pesto, que me lo como a cucharadas si me dejan sola. El resultado es llamativo, por ese color de marciano, y diferente. Aunque no me parece una crema para todos los días. Sin embargo, funciona muy bien servida en porciones pequeñas, para acompañar, por su toque refrescante gracias a la albahaca. E igualmente la podemos presentar en vasitos como de chupito en cenas de picoteo. Sobre todo si la acompañamos con una minipajita o una cucharilla y adornamos con una hojita de albahaca y un piñón tostado (viva el 'pijerío', ejem).

Solo requiere tener cuidado con dos cosas. La primera: que la crema de guisantes quede con un textura adecuada (sobre todo no densa). La segunda: que el pesto sea casero o refrigerado, de esos que venden junto a la pasta fresca y que suelen ser menos industriales que los envasados en frascos.

01 marzo 2013

Tomates en su salsa

Tomates secos en aceite
Tomates secos en aceite, originalmente cargada por farandwell.


Música para acompañar (*)
(*) Oh yeah... No paro de cantar todas sus canciones desde hace dos semanas. Un concierto tuvo la culpa

Ingredientes:
- Un paquete de tomates secos, deshidratados. 
- Agua templada
- Aceite de oliva en abundancia
- Vinagre de vino al gusto
- Dos cucharaditas de azúcar
- Dos cucharaditas de sal
- Una cucharada sopera de orégano

Preparación:
Hidratamos los tomates secos en agua templada. Los tendremos cubiertos durante al menos diez minutos. Yo los tuve algo más de tiempo y no pasa nada. Lo interesante es que no estén duros.

Mientras tanto, prepararemos el bote donde se van a conservar. Lo primero es poner en un vaso una cucharada sopera de orégano junto con una o dos pequeñas de azúcar y una o dos pequeñas de sal. Lo hidratamos todo con el vinagre. Mi consejo es echar un buen chorro y rectificar al final.

Pasados unos cinco minutos, pasamos esta preparación al bote final donde envasaremos el resultado y añadimos aceite de oliva en abundancia. Tened en cuenta que los tomates tienen que quedar cubiertos de líquido. Removemos todo con fuerza (yo suelo cerrar el bote y agitar). Cuando los tomates se han hidratado, escurrimos de agua y los ponemos en el frasco. Cerramos, agitamos y guardamos. 

Podremos usarlos a partir del segundo día, pero cuanto más tiempo estén, más sabrosos quedarán. Recordad que los tomates en aceite quedan bien en ensaladas, pastas e incluso en sandwiches. Probadlo.

Comentarios:
Los tomates secos en aceite son una delicia. Si nos vamos al super a comprarlos embotados veremos que tienen un precio no prohibitivo, pero sí a tener en cuenta. Sin embargo, si los envasamos en casa, conseguimos ahorrarnos unos eurillos. 

Es verdad que los tomates deshidratados no son baratos tampoco, pero una bandeja de ellos cunde muchísimo. Otra cosa es hacerlos en casa, pero es trabajoso y caro porque hay que tenerlos en el horno a temperatura muy baja y durante horas.

A mí me encanta. Soy capaz de comérmelos 'a pelo' en un poco de pan de candeal, por ejemplo. Y siempre que puedo, los echo en la ensalada, o me hago pasta blanca con un refrito de ajo y un par de tomates en aceite cortados en dados. Está delicioso. Lo último fue hacerme un sandwich con ellos. Pronto os lo enseño.

Por cierto, que yo uso orégano para aromatizar, pero se puede usar cualquier otra hierba e, incluso, mezclar con otras especias: albahaca, tomillo, comino, pimienta, ajo... A vuestro gusto.