Kanelbullar

Rollos de caenela, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
Me llamo Abba - Sidonie
(*) Es muy obvio que si hablamos de cocina sueca hay que ponerse algo de Abba, pero como yo no soy muy fan, me quedo con Sidonie... dando saltitos

Soy muy fan de la repostería sueca. Con eso de la 'fika', la pausa para tomar un café con bollo y desconectar un ratito del trabajo, se la curran mucho. Uno de sus clásicos son los kanelbullar, vamos, los rollos de canela, los 'cinamon rolls' que dicen los políglotas... He de confesar que no es la primera vez que los hago, pero sí la primera vez que quedo satisfecha del resultado. Y se lo debo a El Comidista y su 'estrella invitada' Nina Olsson, que ha dado en el clavo con esta receta.

¿Que por qué recomienda seguir los dictados de Olsson y no otros? Pues porque esta sueca (de verdad) afincada en Barcelona (donde tiene su propio restaurante sueco, Pappa Sven) no se complica y utilizar una preparación fácil, sencilla y que sale buenísima a la primera. Así de simple. La cocina no tiene por qué ser para valientes, tiene que ser para todos. Y aunque claro que hay platos que son casi como quien sopla vidrio para hacer jarrones, hay muchos que se pueden hasta con los ojos cerrados, algo muy de agradecer en los tiempos que vivimos, donde no siempre llegamos a todo. 

La lista del súper

Para la masa

- 450 gramos de harina

- 250 mililitros de leche
- 75 gramos de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 70 gramos de azúcar 
- 25 gramos de levadura fresca
- Una cucharadita de cardamomo molido

- Una pizca de sal

Para la crema
- 75 gramos de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 45 gramos de azúcar
- Una cucharada de canela

Para la cobertura

- Huevo batido

- Azúcar perlado fino

- Almíbar (50 gramos de agua + 40 gramos de azúcar)

Con las manos en la masa

Lo primero es calentar la leche, no que hierva, pero sí que nos permita añadir la mantequilla y que se deshaga poco a poco. La mezcla debería estar a unos 37 grados para poder añadir la levadura fresca. La echamos deshecha y mezclamos bien para que emulsione. Es el momento de añadir el azúcar, el cardamomo y la sal. Removemos. 

Ahora toca echar la harina. Si tenemos un robot de cocina que amase la podemos echar entera. Si, como yo, usáis la Kitchen Aid, ponemos el gancho y dejamos amasar a velocidad baja unos 10 minutos. Si lo hacemos a mano, echemos la harina poco a poco para poder ir mezclando hasta lograr una bola. La masa será bastante elástica y no debe pegarse a las manos ni al recipiente. Si no es así, seguimos echando harina a poquitos. Una vez lograda, la ponemos en un bol, tapamos con un trapo y dejamos que crezca al menos 30 minutos.

Mientras leuda, preparamos la crema con la que vamos a rellenar los rollos. Para ello, mezclamos la mantequilla con el azúcar y la canela. Se puede hacer a mano sin ningún problema. Por otro lado, hacemos el almíbar: calentamos el agua, añadimos el azúcar y removemos hasta que todo este disuelto.

Cuando la masa ha crecido, la extendemos en la encimera y le pasamos el rodillo. Hay que conseguir un rectángulo de unos dos centímetros de grosor, más o menos. No hace falta que la manipulemos demasiado, se trabaja fácil. Ahora, extendemos la crema por encima y enrollamos la masa para hacer un cilindro. Hay que recordar que los rollos de canela son como espirales. 

Cuando tenemos el cilindro, cortamos porciones de unos dos o tres centímetros. Los colocamos en una bandeja de horno sobre papel sulfurizado y volvemos a tapar para que leuden. Hay que dejar espacio entre unos y otros porque se hinchan y no queremos que se peguen. Suele tarde una media hora. Pasado el tiempo: pintamos con huevo batido y espolvoreamos azúcar perlado.

El horno debe estar caliente a 200 grados. Introducimos la bandeja y dejamos que se hagan los rollos unos 12 minutos, o bien hasta que estén dorados. Ya sabéis que cada horno es un mundo. Pasado el tiempo, los sacamos, los pintamos con almíbar y dejamos que templen... si podemos resistirnos.

Consejos útiles

Es muy importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente para que podamos trabajar la masa y la crema bien. Nos ahorraremos esfuerzos. Si no sabes qué harina usar, no te vuelvas loco. Te vale la de todo uso, la normal, esa que seguro tienes en el armario. Y con el azúcar, lo mismo: de hecho, yo he usado panela porque es lo que tengo en casa y de ahí también que estén más morenos. Sobre el azúcar perlado, se puede hacer en casa, pero también lo encuentras en el súper. Lo único que te recomiendo es que sea fino. Yo he usado uno muy basto y estéticamente queda peor... Pero no afecta a nada más. Y por último, si no tienes cardamomo puedes hacerlo igual, pero te recomiendo que te hagas con esta especia si te gusta la repostería.