Banana bread o pan de plátano, originalmente cargada por farandwell.
Música para acompañar (*)
Banana Co - Radiohead
(*) ¿Cómo te quedas? Radiohead siempre sorprende. Esta cara b grabada en 1995 es sublime. Hala, a disfrutar...
El banana bread es un dulce que se ha puesto muy de moda al tiempo que ha crecido el movimiento de comida real. Huir de los ultraprocesados significa a veces buscar la manera de consumir bizcochos más saludables porque, como humanos que somos, nos gustan los alimentos palatables. Así que, dado este interés, hay recetas de pan de plátano a patadas. Viene a ser como lo de los culos, que cada uno tenemos el nuestro.
Yo traigo mi versión. He hecho varias recetas y al final he cogido un poco de una, otro poco de otra... hasta llegar a esta. Pero pese a todo, no es una preparación que no tenga historia, todo lo contrario. Parece ser que nació en los años 30 del siglo XX en Estados Unidos. Lo que no está claro es la razón: si fue por un excedente de plátanos maduros o para promocionar la levadura química. Es primo-hermano del pan de soda, que ha tenido una nueva época dorada en este confinamiento ante la escasez de encontrar levadura fresca y la necesidad de matar el tiempo que teníamos que pasar en casa para doblegar la curva. Por cierto, el banana bread tiene su propio día: el 23 de febrero.
La lista del súper
- 4 plátanos muy maduros (los mejores son esos que ya no te comerías de ningún modo)- 2 huevos
- 120 mililitros de aceite de oliva (puedes usar de coco)
- 60 mililitros de leche (puede ser vegetal)
- 260 gramos de harina de espelta (o cualquiera que tengas, pero mejor integral, también puedes mezclar varias: trigo, centeno, espelta, avena...)
- 8 gramos de levadura
- Media cucharadita de canela
- Una cucharadita de extracto de vainilla líquido
- Una pizca de sal
- Dos cucharadas de sirope de ágape o avena
- Mezcla de frutos secos (pipas, avellana, almendra, nuez), si son muy grandes, los partimos en trozos más pequeños
- Pepitas de chocolate negro o trozos de chocolate negro (cuanto más puro, mejor, pero ojo, que amarga)
Con las manos en la masa
Batimos los huevos, el aceite, la leche y la vainilla en un recipiente con ayuda de unas varillas. Lo integramos todo lo bien que podamos. Si podemos hacerlo con unas eléctricas, mucho mejor. En otro bowl, trituramos los plátanos con ayuda de un tenedor. Cuando los tengamos más o menos hecho puré se lo añadimos a la mezcla anterior y reservamos.
Vamos ahora con los sólidos. Mezclamos la harina, la canela, la sal y la levadura. Y los añadimos al recipiente de los líquidos poco a poco mezclándolo todo muy bien. Podemos hacerlo con las varillas eléctricas, aunque sin pasarnos de tiempo y velocidad. Reservamos.
Es el momento de preparar el molde: lo mejor es uno de estilo plum cake, alargado. Lo untamos de mantequilla un poco y lo forramos con papel de horno. Si este es muy rígido, lo humedecemos para hacerlo manejable. Lo mejor es que quede un poco arrugado y en plan rústico. No buscamos la perfección. Entonces, echamos la mezcla anterior. Le damos un par de golpecitos y le añadimos como topping los frutos secos, el chocolate y el sirope de ágave.
Lo llevamos al horno, que estará precalentado, durante 30-40 minutos a 180 grados. Pasado ese tiempo, pinchamos para ver que está cuajado. El tiempo varía a veces en función del horno.
Vamos ahora con los sólidos. Mezclamos la harina, la canela, la sal y la levadura. Y los añadimos al recipiente de los líquidos poco a poco mezclándolo todo muy bien. Podemos hacerlo con las varillas eléctricas, aunque sin pasarnos de tiempo y velocidad. Reservamos.
Es el momento de preparar el molde: lo mejor es uno de estilo plum cake, alargado. Lo untamos de mantequilla un poco y lo forramos con papel de horno. Si este es muy rígido, lo humedecemos para hacerlo manejable. Lo mejor es que quede un poco arrugado y en plan rústico. No buscamos la perfección. Entonces, echamos la mezcla anterior. Le damos un par de golpecitos y le añadimos como topping los frutos secos, el chocolate y el sirope de ágave.
Lo llevamos al horno, que estará precalentado, durante 30-40 minutos a 180 grados. Pasado ese tiempo, pinchamos para ver que está cuajado. El tiempo varía a veces en función del horno.
Consejos útiles
Es una receta muy versátil que acepta cualquier tipo de modificación. Podemos echarle pasas a la masa, por ejemplo. O si no nos resulta muy dulce, añadir puré de dátil o panela al gusto. En realidad, es recomendable probarla en crudo para ver cómo está porque depende del punto de madurez del plátano puede resultar de una manera o de otra. Se puede tomar templado o frío, y resulta un desayuno muy interesante si después vas a hacer deporte, por ejemplo. También se puede envolver en papel de alumnio y llevártelo a modo de barrita cuando vas a hacer una ruta en bici, que, por si no lo sabéis, es una de mis grandes aficiones desde hace unos añitos.
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